No me interesa afirmar tu perfección por sobre todo, no voy a insistir en rasgos rebuscados, voy a decirte lo que me provocas, lo que me haces sentir. Me gustó la forma en que -probablemente sin querer- llegaste abriendo puertas a patadas y golpe a golpe fuiste dejando tus huellas en mí, comenzaste por crear interés con tu sentido del humor y poco a poco fui conociendo el lado que menos esperé ver en alguien, el lado que despertó mis ansias de libertad, el lado que me atrajo hasta el punto de querer y necesitar conocer cada detalle de ti. Me gusta tu forma de hacerme sentir mejor y cada risa que me provocas, tu forma de darme confianza y seguridad, tu forma de decirme lo que sientes, me gusta tu forma de expresarte, me gusta leerte. Me gusta tu mente infinita y tus ojos bien abiertos, me gusta tu madurez y tu actitud ante las cosas, me gusta tu sinceridad y tus convicciones inquebrantables, tu sed de conocimiento y cada uno de los detalles en los que vives buscando el mejor medio hacia la libertad, me gusta que no tengas miedo, me gusta tu firmeza, tu autonomía, tu independencia. Pienso en ti y eres tal y como quisiera a alguien a mi lado, eres quien me abrió las alas, me gusta todo eso, me gustas... me encantas.
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