lunes, 18 de febrero de 2013

Prisa y proceso de espera

No son celos, créeme, cuando me siento frustrada por no poder secarte las lagrimas. No es envidia, créeme, cuando pienso en cada segundo en el que tantos, menos yo, pueden estar ahí junto a ti. No me perteneces, lo sé, pero si lo hicieras aún así te dejaría libre. No es egoísmo, lo sabes, pero no puedo evitar sentir ganas que sigas por siempre a mi lado. Sólo es amor, lo sabemos; son los días de espera, son las ganas, pero al fin y al cabo, también es la fuerza, y la capacidad para aguantar, hasta ese día...



No son celos, amor, no son celos; es la sensación de impotencia que provoca la distancia. No es egoísmo, amor, no es egoísmo; son las ganas de estar contigo y no estarlo.

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