martes, 19 de febrero de 2013

Cómo no?

Y claro, cómo no iba a ser feliz si le había dado vuelta el mundo. 
Cómo no iba a ser feliz si la había hecho por fin escupir su ser interior al exterior sin miedos.
Cómo no iba a ser feliz si recibía lo que quería, lo que necesitaba, nada menos, y mucho más.
Cómo, si hasta las penas eran alegrías fortalecedoras junto a ella; cómo, cómo no ser feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario