Ni odiar a mil personas es comparable con amar a sólo una, está de más decir que no es una fuerza leve, mal afortunados todos quienes tienen la suerte de sentir amor.
Imbécil el sentido que nos lleva a fascinarnos hasta tal punto con alguien e imbéciles nosotros; quienes nos lo permitimos.
Tanta teoría generalizada para algo tan particular, amor; reacción química que no se puede solucionar con químicos.
Un imán a la dependencia y la ceguera, no veo soluciones, simplemente odiar al sentir amor, la única salida a la debilidad que provoca amar.
Odiarse al amarse, odiar al otro ser al darle amor, odiar el sentimiento de dar todo, odiar el sentimiento de que falta más que dar; odiar, amar...
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