domingo, 27 de enero de 2013

El vacío de la nada y la gota que llena el vaso vacío.


El amor pinta suavemente sueños sobre la piel... El dolor quema concienzudamente pesadillas sobre los huesos, son lo mismo, exactamente lo mismo... pero en polos opuestos, la diferencia? uno se deja pintar la piel por el amor, mas no se dejaría tatuar heridas por el dolor... 


Un sueño dentro de una pesadilla puede volverse otra pesadilla, pero que mas da si son solo sueños, están en el mismo mundo... no dan ganas de despertar y da miedo de dormir, no dan ganas de frenar, siempre hay coraje para seguir... aunque cueste, aunque duela...


Todo, TÚ, eres el sueño dentro de mi pesadilla diaria, entre las telarañas, la maldad, la rabia y la oscuridad, eres la racha de viento que abre una ventana de bisagras hace tiempo oxidadas, una ventana enorme, escondida tras una cortina sucia de derrotas, cansancio, algo de miedo y dolor... eres la casualidad mas valiosa que me ha hecho tropezar, sí, tropezar, las caídas no son malas si te puedes parar sin ayuda, pero son hermosas si hay alguien ahí capaz de pararte, sobretodo si esa misma persona te hizo caer, rompió tus esquemas, con una sola palabra... con una sola sonrisa, y ahí estabas, con tu mirada de inocente y honorable odio, de perturbado e incansable amor... y de la misma forma en que me lanzaste al suelo, luego de  haberme presentado frente a ti en la cumbre de mi sentimiento de insensibilidad, del tan esperado triunfo de mi frialdad, del abandono del ser sentimental, de haber asumido la naturaleza ambigua de los sentidos en mi espíritu... Tú; mirándome, hablándome, robándome sonrisas y horas de sueño, yo; cayendo ante los sentimientos de amor hacia un humano de nuevo, tú; el énfasis de mi felicidad, el pilar de el renacimiento de mi amor por la libertad, yo; la piedra en el camino que nadie quisiera encontrar, menos tropezar... y de nuevo tú; la razón de el retorno de mis pensamientos existenciales en el sentido amoroso, yo; una caja de Pandora, tú; la expresión gris de la madurez radical, yo; el amor imposible de la estabilidad, pero a la vez la expresión máxima de plenitud y calma, tú; la cuerda que me guía por el puente a mil metros de altura camino hacia mis sueños, YO; simplemente una mano extendida para alzarte, unos brazos dispuestos a cubrirte, un calor dedicado a tus horas gélidas, una mirada con ganas de hacer reír tus ojos, una boca expedita a besar tus heridas, una fuerza imperecedera a asesinar tus miedos, una palabra que pueda consolar, una idea positiva que te coloree las expectativas, una esencia que mantenga una sonrisa en tu rostro, un hombro que caminará junto al tuyo, oxígeno dispuesto a convertirse en el fuego de tus ganas, tus anhelos, tus esperanzas y tus sueños... tú, yo... nosotras; simplemente soñadoras que cruzaron caminos y encontraron el medio perfecto para caminar hacia sus sueños... es hermoso, es casi increíble, es extraño y me encanta... pero a la vez es difícil  muy difícil y duro para ambas, y ahí es donde pienso y pienso, y por mas que recuerde el dolor pasado, y sepa claramente que no quiero volver a ver en mis ojos una persona derrotada, sobrepasada, hecha nada... siento que si no juego las cartas que me dio el destino, simplemente estaré desaprovechando la vida, sí, ya estamos inmersas en esto, si tiene que doler, dolerá, si hay que perder, se perderá, pero se aprenderá y en todo momento es algo que valoro mas que nada... si no jugase mis cartas preferiría dárselas a otro, y cortando por lo sano, terminar con mi vida, la cual sería un simple sinsentido al no jugarme lo que tengo y guardar cartas, siendo que todos quieren jugarlas, he ahí la razón de esto, la razón de sentir fuerzas y ansias enormes de dar todo por el todo, aunque suene arriesgado es, simplemente, vivir... prefiero perder todo por haberlo dado todo, que perder todo habiendo dado nada porque nunca me arriesgué, siempre será así... y si tengo que arrancar del mundo onírico la fuerza que une nuestros corazones, con mis propias manos y traerlos a la realidad, nuestra realidad, lo haría aunque parte de mi corazón o incluso la totalidad de la pequeña parte utilizable que queda de él, tuviese como condición arder, si arde junto al tuyo, no nos queda mas que mantener la llama, y es todo lo que quiero; arder contigo, tal como arde por dentro mi pecho cada vez que leo tus palabras, tal como arde cada vez que pienso en lo que me provocas, cada vez que pienso en como será, tal como ardía mi pecho y temblaba de emoción la primera vez que te vi tras la pantalla, cada vez que leo tus palabras, tus cartas, en el monitor, pero sobretodo como las vi hoy, por primera vez en una carta, esa sensación al sentir algo que estuvo también en tus manos, algo que escribiste con amor y con tanta energía, esa energía que me llama a leerla una y otra vez para sentir de nuevo esa paz... cada vez que escucho canciones que me recuerdan a ti, esa sensación indescriptible que provoca la falta de nuestras manos juntas, nuestros ojos profundos penetrándose mutuamente, la impaciencia por respirar el mismo aire, la falta de acceso a nuestros cuerpos impacientes de amor, y mas que amor físico, de compañía, tacto, calor... unión de lo que nos une, el amor mutuo, y el amor por la libertad... hoy mujer, como tantas noches ya, me senté a escribirte, hoy como tantas noches ya, me senté a mirarte, en la luna, en el cielo, en las estrellas, esas pequeñas luces que nos dicen que no estamos tan lejos, y ese punto de referencia, ella; redonda, blanca, brillante, paciente,tranquila, hermosa, ella; la luna, diciéndonos que el camino se acorta y el amor crece, como cada vez que leo tus cartas, como cada vez que leo un te amo, como cada vez que te pienso, como cada vez que eres, como cada vez que soy, como cada vez que somos... "nosotras".

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