domingo, 9 de noviembre de 2014

Aprendiendo...

Oye, déjame mirarte hasta quedarme dormida, eres esa razón que buscaba para levantarme a hacer algo divertido, aunque tenga que esperarte horas en la orilla de la calle, te esperaré, junto a las hormigas cada una en lo suyo haré una canción, y así tardarte será el estímulo que hará inevitable que corra a tus brazos cuando te vea, y así notes que me desesperé, pero te esperé.
Dándole tantas vueltas a los días, me di cuenta de que lo que le da sabor a lo nuestro es aprender, aprender a desaprender, porque siempre creímos saber tantas cosas y recién practicándolo entre nosotras supimos que nada nunca fue tan sencillo como lo vimos antes de estar en esta realidad, despertando juntas, descansando juntas, jugando, llorando, corriendo juntas. Todo se veía tan sencillo, pero esa misma sencillez le hubiese restado valor a lo que somos ahora.
Aprender significa rendirse ante los ojitos de la otra, que poco convencida te dice  "no, no creo que sea tan así", y su sola forma de decírtelo lo cambia todo, toma tu mundo y le da vueltas, y recién rompes la coraza, y el orgullo, y todo lo que antes le mostraste al mundo y entonces dudas, piensas, conversas, y aprendes.

Eso es lo que llevo haciendo contigo tanto tiempo, y me encanta,
te amo mucho, preciosa.


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