Aquí voy...

Me esmeré tanto en prepararte algo perfecto para hoy, que terminé por llegar a nada. Estoy del mes pasado pensando en qué,  cómo, cuándo y dónde. Un dibujo en especial?, un escrito con distinto enfoque?, desayuno a la cama?, una salida?, un juguito?, flores? o quizá chocolate y flores?, una película?, un poema?, una canción?, alguna prenda?, algun accesorio?, algun peluche?, algun adorno?, algo rico de comer?, palabras?, arrumacos?...
Me obsesioné con crear el día perfecto, a base de cosas materiales; sin plata y a base de sentimientos; desesperados por salir, tanto que de la organización perfecta terminó todo en caos de nuevo. Es como cuando un niño pequeño quiere hacer el mejor color del mundo, el más maravilloso, y no da con mejor idea que mezclar todas las plasticinas; sólo queda con una masa sucia y opaca, que se averguenza de mostrar... lo siento, no pude buscar una metáfora mejor.
No es que tenga siempre justificación para todo, pero creo que por lógica, cada suceso tiene su razón, estas fueron básicamente las razones, no vengo a intentar bajarte el cielo para que vuelva la motivación de hoy, sólo intentar e intentar que tengas presente de nuevo, que sí me importas, demasiado, pero aún mi mente se desordena para crear cosas buenas, tanto que me frustro por no poder plasmar nada de lo lindo en mi mente, para que lo veas...
Lo siento mucho, de verdad.

Feliz, felicísimo año juntas... Te amo mi vida.