martes, 24 de septiembre de 2013



La vi en otro estado, lejos del pardo de sus ojos, y lo nublados que fingen no estar.
La vi caminando en aguas cálidas, para un momento de esos fríos del verano.
La vi desde ese momento, como quien limpia sus mejillas luego de haber llorado, como nuevo, en otro estado.
La vi y le traje las manos, al calorcito de las nuestras juntas, y paramos, sonriendo del puro placer de amarnos.




Hoy me dijeron "¿es tu hermana?"
y no acancé mas que a negarlo
estoy segura que si sigo
confieso es a quien más felizmente amo.

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