La mujer de ojos fotógrafos, caminando entre mis palabras temblorosas, me tenía arrullada de escuchar atenta, mientras analizaba cada uno de mis movimientos.
Me trajo desde el arcoiris que dibujó, planeó junto a mi hasta llegar al suelo, trajo mi cuerpo desde el abandono y lo cobijó bajo su manto de cariños a su manera, nos abrazamos en un segundo en cámara lenta mientras bajabamos las escaleras desde el cielo, entre risas y risas.