miércoles, 13 de noviembre de 2013



Veo sus pies cansados sobre algún peldaño, esperando llegar rápido arriba, adictos al celular, corriendo por la micro, perdidos deseando que termine el día. Veo a otros trabajando mientras ellos van de una oficina a otra, cuatro ojos atentos al peligro legal, una mano vendiendo, un pie listo para correr. Me veo inquieta, vuelta para acá, vuelta para allá, tantos autos, tanta gente, miradas casi hirientes, sonrisas desgastadamente amables, me quiero ir. No sé qué hago ahí, no sé si hago mal, no sé si camino realmente ahí parada, ni lo sabré, sólo que no es muy alentador sentir ganas de correr apenas al llegar.
No logro evitar contar las horas que me quedan para volver a ir al metro, a hacer durante horas, haciendo nada.
¿Les gustará su ritmo de vida?, ¿Soñarán con algo distinto?, ¿Sentirán que todo eso que viven es correcto?, ¿Si sueñan, cumplirán?, ¿Morirán conformes?, ¿Y yo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario