lunes, 11 de noviembre de 2013


No es justo, nunca fue justo, fue una de esas cosas típicamente desmerecidas que nos da la vida, que nos quita la vida.
Como si fuese innecesario de alguna forma recordarlo, pero es imposible, ni olvidarlo, ni recordarlo a diario, no me convence nada de eso.
¿Qué quieren que diga, que haga? No hay nada que hacer ni deshacer, sólo seguir pero, sigo yo y sigue esa cosa que tira, que tira atrás, no sé cómo se remiendan las cosas con una parte ausente, no sé.
Ahora no quiero nada, tanta huevá junta, quiero todo y nada, todo, todo, quiero ir y buscar ese cuellito que me arrulla, y dormir ahí, sin nada, nada más que me mueva tanto la cabeza, sólo no hacer nada, apoyada en mi todo, un buen rato, hasta que decida dejar de llorar por dentro sin tener ni problema ni solución.
Quedan 10 minutos y es como si volviera a ese día, esas sensaciones, no suelo arrepentirme pero cómo me arrepiento ahora... y nada, no queda nada, me voy a la cresta, otro y otro y otro 12 más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario