viernes, 7 de marzo de 2014

Elegía


Y pude oler la sangre,
por suerte aún sentía el acero,
ahí enfriándome el cuerpo,
aún ardiente en la cuenta regresiva

Y pude oler el viento
y el plasma yéndose con su cuerpo
sus piernas hacia adelante
y mi vida hacia atrás...